sábado, 21 de octubre de 2017

Cosas que uno aprende de las bisabuelas

Cosas que uno nunca olvida de las Bisabuelas:

Cuando mi Yo mocoso infantil se mostraba mezquino, ruin o envidioso con mi hermana, primos o amiguitos, mi bis abuelita "Tita" siempre me contaba una historia sobre un negrito pobre. El relato consistía en que ese negrito antes de que cerraran la iglesia, él iba al altar a remojar su pan con el aceite de la unción, cosa que al capellán no le causaba gracia y lo corría palos de ahí. Así transcurrían los días hasta que en una ocasión por razones que ya no recuerdo (tenía como 5 años cuando me contaban ese cuento) el negris pudo ayudar al capellán en un problema fuertísimo y con ayuda del poderosisimo Ángel Miguel, pudo apoyar al ojete capellán y este al darse cuenta de la humildad del negrito pues le compartía el aceite para que contento remojara su pan a la sombra de la imagen del ángel Miguel.

Recuerdo que escuchar aquel cuento siempre hacía de mí una Magdalena infantil, pero compartida. Luego. Con el tiempo entendí que ni Marx ni Engels ni Mao me adoctrinaron tanto en el comunismo como lo hizo mi bis abuelita  y su historia del pan con aceite.

Así que ya lo saben: compártanlo todo y con quien sea, siempre. Pero si insisten en ser unos pinches egoístas agarrados, entonces acepten de mí unos enormes y deliciosos huevos servidos con una generosa guarnición de mentadas de madre. Y no hay pex, ¡yo invito!.