miércoles, 10 de enero de 2018

Y donde están los indígenas?

Platicando con una amiga española en esas esclavizantes redes sociales, surgió en ella una pregunta:

-Verdad que en México los ricos son los blancos?

Tras unos segundos de estupefacción, y en lo que me caminaba el hámster hacía una profunda reflexión dije que sí pues. Ahora cada vez que pienso en el mexicano rico, se proyecta en mi mente una persona blanca. 

Un amigo frances que estudia aquí en la CiDi MX se cambió del Tec de Monterrey a la Universidad Iberoamericana 

-qué tal la Ibero Evans?- le pregunté

- Bien, muy interesante pero súpeeer fresa. 

- No maaaaa, más que el Tec?

- Pfff, muchísimo más Julius. Jamás había visto tantos mexicanos weritos en el mismo lugar. ¿Dónde están los indígenas?

La última pregunta dio en el clavo. Es precisamente esa la que hay que plantearse. ¿Dónde están los indígenas? ¿Por qué la educación en un país indígena y mestizo como México, se ha establecido como un privilegio de las élites blancas? ¿Por qué los CEO's, conductores estrella de televisión e incluso rectores de la UNAM no han tenido otro color de piel? ¿Por qué ellos sí y nosotros no? 

Parafraseando un poco el libro "¿Nos movemos? La movilidad social en México", se afirma que  a lo largo del tiempo, los ricos siguen siendo ricos, los pobres, pobres y la pertenencia a alguna de dichas clases sociales es desgraciadamente hereditaria. El hijo de un obrero tiene un miserable mínimo de probabilidades de convertirse en profesionista “exitoso” y tiene que recurrir a modos críticos para sobresalir, endeudarse con préstamos, hipotecas, y asociaciones que lo harán socio minoritario para sobresalir, Nacer en la pobreza significa -en la mayor parte de los casos- morir en ella y sumado de esa gente blanca que vota por el PRI y así ponerle más clavos al Ataúd, pos pior!.

Si las cosas se fueron dando de la misma manera, generación tras generación desde la conquista, eso significa que seguimos -hasta cierto punto- colonizados por las mismas familias de ese entonces. Chale!.

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