lunes, 31 de octubre de 2011

Hipocresia hasta en el lenguaje.

Ahora resulta, decir "murciégalo" o "murciélago" es correcto. Así lo aprobó la Real Academia Española, que también admitió "ágora" en vez de "ahora", "cuadriplicar" por "cuadruplicar" y "pilotar" por "pilotear". No conformes con haber anexado a nuestra golpeada lengua tortuosas maneras de hablar como “maneja lo que es...” (ejemplo: preguntas en una agencia de autos cuál es la diferencia entre uno y otro modelo, y la respuesta del vendedor viene acompañada con un “pues mire, este le maneja lo que es el quema cocos y el aire acondicionado”), veo con una angustia similar a la que me produjo la campaña del candidato del PAN por la gubernatura del Estado de México (aquel de “estoy feo, feísimo, requetefeo, pero sé gobernar”… Dios) En serio: esto es el acabóse, o como diría Mafalda, es el principio del empesóze.

Haciendo una pequeña remembranza un día, quizá en la década de los noventa, el término ‘minusvalía’ fue sustituido por el de ‘discapacidad’. Se argumentaba, claro, que las personas en silla de ruedas (discúlpenme si el ejemplo me limita) no valían ‘menos’, simplemente tenían una capacidad inferior al de los demás. En esta H. actualidad, si uno dice o escribe ‘discapacitado’, salen como inqusidor al hereje, los moralistas y demás gente mentalmente limitada a inyectar una dosis de buena conciencia y lacerar nuestra horripilante ignorancia y falta de sensibilidad: “No se dice discapacitado”, afirman con afán de corregir, “sino ‘persona con capacidades diferentes’”. Supongo que el horror de estos Amantes del Eufemismo viene porque, en su cabecita loca, la palabra ‘discapacitado’ no incluye el concepto de ‘persona’. Según esto, la economía del lenguaje sería una mentira asquerosa, ya que no podríamos ahorrar palabras y contextualizar frases e ideas según el caso, no no: tenemos que escuchar toda la maldita expresión para entenderla. Como verán, es muy práctico escribir ‘personas con habilidades diferentes’. Sin omitir que ya no es aborto si no mas bien  embarazo interrumpido(no mamen, perdón abstenganse succionar).Todo sea por la cordialidad.

No entenderé jamas porque ese miedo, de llamar las cosas como debe de ser, y no se preocupan por el calificativo que solemos decir a las personas cuando cometen un error "involuntario"(a veces) al hacer ciertas cosas. Ejemplo: si uno se topa con un ser humano que es medio cáfre al manejar, no ocupamos el termino, "Ese wey es un discapacitado para manejar" sino mas bien "ese wey es un pendejo" o "señor creo que usted tiene una habilidad diferente para este trabajo", sino mas bien "ahh como eres pendejo, mira nada mas como la cagas". 

La otra vez escuchaba un programa de radio en el 88.9, donde el Lic. Manero hablába con no se quién rayos y tuvo a mal referirse a las personas que padecen Síndrome de Down. Inmediatamente la invitada  se prendió de su mecha, interrumpió en el micrófono y levantó la voz en nombre de lo políticamente apropiado: “No padecen Síndrome de Down”, dijo, “sólo son ‘personas que nacieron con una forma de vivir distinta’”. Cuando lo escuche, tuve un flashback y me transporte a la epoca donde vivía cerca de mi primo, Toño Silva, quien ha tenido una vida tan improductiva, huevona y bizarra, que bien podría afirmar que ‘nació con una forma vivir distinta’. Lo bueno es que yo no creo en los eufemismos, por eso puedo decir que mi primo Toño Silva. es simplemente un huevón de clase mundial.

Esta nueva moralidad verbal aplica también para los ‘ancianos’, que ahora han dejado de ser tales para convertirse en ‘personas de la tercera edad’. Imaginense el cuadro, que ciertos alarmistas del vocabulario, que si bien dicen que la vida empieza a los 30 (ojalá así fuera) dentro de unos años resulte que los ancianos sean personas de la segunda edad, pues no estan tan viejos como parece.

Mi gran problema con todas estas estupideces de antología radica en que los mexicanos ya somos bastante eufémicos como para echarle otra raya al tigre. Si uno llega, por ejemplo, a una tienda de ropa y dice en un tono neutro “¿me muestra esto en talla grande?”, es seguro que el vendedor se molestará porque fuimos ‘demasiado bruscos’. En este país, si no antecedemos nuestra comunicación verbal con un ‘disculpe’, o nuestros mails y memos con la frase ‘por medio de la presente’ la gente pensará que estamos enojados, que nos gana la amargura, que somos pelados y groseros, o que de plano no tenemos vida sexual y llegamos el viernes en la tarde a ver una pared blanca y lamentarnos por nuestra patética vida. Así es que el eufemismo se ha convertido en el ultimate rompehielos social, en la enfermiza y agachona manera de iniciar una relación con los demás.

Total la moda hoy será, hablar mal para vernos bien, disfrazar nuestras conversaciones para comunicar nuestros deseos o inquietudes, todo dependiendo el sapo la pedrada,  y dicho todo lo anterior me dispongo a "mirar un poco de cine alternativo"(porno), "degustar de mis sacrosantos alimentos"(tragar como puerco), para después "retirarme a mis aposentos"(echarme como perro) y si tengo suerte "cohabitare forniciamente con mi esposa"(tendré sexo desmedido con mi vieja), a wiwi. 


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